Cualquier viaje cubano comienza en La Habana, la capital de Cuba y un impresionante sitio del Patrimonio Mundial. En las últimas dos décadas, el antiguo centro colonial de La Habana, el Habana Vieja, ha sido restaurado con amor a través del trabajo del historiador de la ciudad Eusebio Leal, ayudado por artesanos que regresaron de la jubilación para realizar su sueño y transmitir sus habilidades y sabiduría a una nueva generación.

Calles empedradas conducen a iglesias, castillos y palacios barrocos impecablemente pulidos. Las plazas han vuelto a su antigua gloria, sus fuentes fluyen una vez más y las fachadas han sido restauradas en toda su belleza. A lo largo del paseo marítimo de La Habana, el Malecón, la salsa inunda el aire desde los modernos sistemas de sonido instalados en los antiguos Cadillac y Buicks que pasan delante de las fachadas de los grandiosos edificios frente al mar cambiante de Hemingway.

Para comprender La Habana, recomendamos visitar algunas de las áreas ala cuales aún no ha llegado el dinero de la restauración. Justo al oeste de Habana Vieja, el barroco distrito de la clase trabajadora de Centro Habana muestra una imagen atmosférica de belleza decadente y llena de las marcas del tiempo. Un poco más al oeste, los barrios de la clase media y alta del Vedado y Miramar presentan una arquitectura gloriosa de gemas cuya grandeza desvaída y descolorida describen elocuentemente los cambios del siglo XX en la ciudad.

La vida en la calle en La Habana es clave: la socialización es el principal pasatiempo cubano, ya sea jugar al dominó, cotillear, seducir o discutir en voz alta. Desde gracia natural de sus habitantes hasta sus hermosos edificios, siempre hay algo que cautiva y seduce. A diferencia de la mayoría de las otras ciudades capitales, los principales expertos de La Habana son accesibles y están ansiosos por compartir sus conocimientos, ya sea sobre la revolución, las bellas artes o el deporte, especialmente el béisbol.

Cuba almacena su historia y cultura detrás de las fachadas de una gran cantidad de museos, galerías de arte y espacios culturales bien curados y con abundante información. La vida nocturna es exuberante: clubes de salsa y rumba al aire libre, y tantos locales de música en vivo y sesiones de trovadores. Puede disfrutar del ballet virtuoso, incluido Acosta Danza, fundado en 2016 por la mundialmente famosa estrella del ballet Carlos Acosta. También hay centros de danza afrocubana, flamenco, jazz y timba. La Habana ahora tiene una panoplia de nuevos restaurantes privados, conocidos como paladares, que marcan el ritmo de la escena de la cocina; a medida que el gobierno afloja las leyes que rigen la creación de pequeñas empresas.

Los hoteles de La Habana se están convirtiendo en un atractivo: desde las grandes damas art déco, las casas coloniales y las cadenas internacionales contemporáneas hasta una gran cantidad de villas privadas, las opciones de alojamiento en La Habana se multiplican. Cuba Private Travel es la única compañía de viajes con acceso a este nuevo mercado privado de alquiler de villas, es posible alojarse en un chalet suburbano original, de la década de 1950, o en un elegante pent-house en el Malecón, su propio apartamento privado en el corazón de La Habana.

Justo a las afueras de la ciudad, Las Playas del Este ofrecen una vista previa de las legendarias playas de agua turquesa y arenas blancas de Cuba.