En el extremo este de Cuba, hay un lugar escondido donde Cuba Private Travel recomienda un safari absolutamente inesperado.

Saetía es un cayo desierto de 42 kilómetros cuadrados en la Bahía de Nipe que comprende una docena de calas blancas bañadas por una laguna turquesa, bosques tupidos y tierra roja. Durante los años setenta y ochenta los funcionarios del partido comunista iban a cazar cerdos y ciervos. A partir de 1992, se repobló con animales obsequiados a Fidel Castro por el gobierno de Mozambique. Sus descendientes ahora deambulan por el cayo y van desde camellos, cebras, búfalos, antílopes, avestruces y ciervos hasta guacamayos nativos, iguanas y jutías. En el cayo hay un alojamiento sencillo pero confortable de 12 habitaciones y se puede hacer el safari en un jeep soviético.
 
La casa de la infancia de Fidel Castro está a menos de media hora en coche, una finca de caña de azúcar cerca de Birán, abierta a los visitantes. El socialismo de Fidel Castro estuvo fuertemente influenciado por su infancia privilegiada en estas zonas rurales, donde fue testigo de cómo la gran pobreza de los trabajadores agrícolas contrastaba con las grandes riquezas de las corporaciones y los terratenientes. Es un rincón fascinante, rara vez visitado, de la isla.